Actualizado
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, cree que Europa se prepara para la guerra y que su estallido sólo será una cuestión de tiempo si la izquierda gana las elecciones europeas del próximo día 9. "Los partidarios de la guerra han perdido el sentido común y quieren derrotar a Rusia, como Occidente intentó hacer en la Primera y la Segunda Guerra Mundial", ha afirmado Orban ante las decenas de miles personas que acudieron a la 'Marcha por la Paz' convocada por el partido gobernante, el Fidesz. La marcha nada tiene que ver con la situación en Ucrania, pues ese es el nombre de la convocatoria que hace Orban a sus seguidores antes de citas electorales importantes desde su regreso al poder en 2010.
En esta edición, sin embargo, el Fidesz ha hecho de la marcha de la paz una demostración pacifista. Orban ha convertido las elecciones a la Eurocámara en un plebiscito contra la ayuda militar a Kiev y la OTAN, a la que ya ha acusado de querer "arrastrar" a Hungría a la guerra por Ucrania, comparándola con la forma en que Adolf Hitler presionó a Budapest para que se uniera a ella en la Segunda Guerra Mundial.
"Sin vosotros, sin el pueblo, no podemos hacer frente a la abrumadora fuerza de los que buscan la guerra y no van a parar. El frenesí bélico es como una droga, los que son adictos a ella no sienten ninguna responsabilidad, ningún remordimiento. No les importa el futuro de sus hijos y no se les puede persuadir. Hay que pararlos", ha afirmado Orban, que ha enviado saludos a su colega eslovaco, Robert Fico, porque también él se opone a la guerra.
"Le dispararon porque está a favor de la paz y estuvo a punto de dar su vida por la paz, pero Fico no es el tipo de hombre que se deja eliminar. Volverá con nosotros, y Eslovaquia seguirá luchando por la paz junto con Hungría". El primer ministro eslovaco fue dado de alta hospitalaria este viernes.
En su lenguaje habitual y en contra también de su enemigo de siempre, Orban ha asegurado que todas las listas de la izquierda están llenas de gente de George Soros y por esa razón hay que ganar las europeas. "Ya está bien de que Bruselas le bese el culo a Soros, tienen que irse", ha subrayado el primer ministro húngaro y ha agregado que a la gente que gobierna con Soros, "en lugar de obedecerles, atémosles una cuerda a los pies y dejemos que se hundan".
Orban ha insistido en que "Europa ha perdido el juicio y dejado de ser dueña de sí misma", por lo que nada tiene que decir en el mundo. "No hay frenos en el tren proguerra, y el maquinista parece haberse vuelto loco", ha dicho. "Si quieres ir al infierno, la segunda puerta a la izquierda. Los húngaros no vamos a la guerra, no vamos al frente ruso, ya hemos estado allí, no tenemos nada que hacer allí", ha insistido Orban para destacar que su instinto en evitar la fatalidad. "El vagón húngaro se desengacha del tren de la guerra, del tren promigración y bajamos a nuestros hijos del tren gender".
Orban, que ha arrancado su mitin rogando a Dios la bendición de los húngaros del 'oblast' ucraniano de Transcarpatia, que "llevan dos años esperando el fin de la guerra, privados de sus derechos, a la sombra de la guerra y desamparados", ha pedido a los seguidores del Fidesz no desfallecer. "Una semana más de trabajo duro y dejaremos a la oposición fuera del campo", prometió Orban, Ha recordado que la la última Marcha por la Paz fue hace dos años, en plena campaña electoral húngara y cuando se produjo "la mayor victoria de la historia".
"Que grandes eran sus caras, se decían leones, pero luego resultaron tener garras de papel maché (...). Se presentaron como cometas y luego se fueron al suelo", ha recordado. Ahora, ha afirmado, "volvemos a estar en una gran posición goleadora, estamos frente a la portería. Pero en campaña, la rutina mata. La gente cómoda quiere animar desde el sofá y no se esfuerza".
Para ganar unas elecciones, "hace falta pasión, lo mismo que en el matrimonio hace falta un poco de amor por el cuerpo. Y el amor compartido se llama Hungría, por eso en Bruselas hace falta gente como nosotros, que crea en el poder del amor y la unidad", ha asegurado Orban al grito de "Viktor, Viktor".
A continuación, ha señalado que la marcha por la paz había sido a la isla de Santa Margarita, porque esta es la isla de la paz. "Santa Margarita trajo la paz a los húngaros cuando los tártaros asolaban nuestra patria, y sólo la oración podía ayudar. El rey ofreció su hija a Dios a cambio de la paz. Y así lo hizo. Los tártaros fueron aniquilados. Llegó la paz. Y Santa Margarita se retiró al monasterio aquí, en este lugar que antes de Margarita se llamaba Isla de los Conejos", ha relatado Orban para terminar con un "ya no queremos ver conejos, ni aquí ni en Bruselas. Démosles un susto en las urnas para que abandonen sus despachos a toda prisa".
